Ayer, día 13 de diciembre de 2015, tuvo lugar en la Basílica Jubilar de la Virgen de las Angustias la Apertura del Año Jubilar de la Misericordia en la misa de doce de la mañana.

A las doce menos cuarto en el patio del Colegio Parroquial "Escolanía Virgen de las Angustias" había un gran grupo de personas que participaron en la procesión, que tuvo lugar alrededor del complejo basilical. En primer lugar se leyó un texto relativo al año de la Misericordia, seguido de una oración, con la que se inició la procesión, presidida por D. Blas Gerardo Gordo Jiménez, Párroco de la Basílica y Vicario Episcopal del Clero Diocesano, acompañado de los sacerdotes D. Antonio Guerreo Álvarez, D. Tomás Sola y D. Manuel Reyes Ruiz, Vicario Episcopal para las relaciones institucionales de la Diócesis. Al llegar a la puerta de la Basílica, que estaba cerrada, D. Blas manifestó que con esta peregrinación se daba comienzo a este Año Jubilar, que se prolongará hasta el 20 de Noviembre de 2016. Dijo que con la apertura de la puerta principal de la Basílica se quería simbolizar la apertura de nuestros corazones a la Misericordia, que Jesucristo practicó a lo largo de toda su vida mortal, entregando su vida por nosotros y perdonando a todos los que le hicieron padecer. La oración que se rezó antes de la apertura terminaba así: "… Te suplicamos Señor que tus fieles al entrar por esta puerta experimenten tu Misericordia, por Jesucristo nuestro Señor, amén". D. Blas procedió a la apertura de la Puerta Santa de este Templo Jubilar y todos entraron cantando con sumo recogimiento y orden.

Inmediatamente empezó la Santa Eucaristía, seguida por numerosísimas personas que abarrotaban tanto los bancos de la nave central y los del crucero, así como todas las capillas laterales, teniendo que permanecer muchas de ellas de pie durante la Santa misa, que fue presidida por D. Blas, acompañado de los sacerdotes que participaron en la procesión.

En primer lugar D. Blas, después de la oración sobre el agua, como símbolo del perdón y de la reconciliación con Dios fue pasando por el templo bendiciendo con el Agua, ya Bendita, a todas las personas presentes.

D. Blas en su homilía, después de saludar a todos, manifestó que este domingo del adviento tiene un sello de alegría especial porque el Señor está cerca y por esto la Iglesia nos invita con San Pablo a que estemos alegres, sabiendo que lo que hoy se inaugura será una gracia de Dios para toda la Iglesia, para todos nosotros y a través de nosotros para todo el mundo que nos rodea; hemos de ser conscientes de que la misericordia se ha perdido u olvidado en este mundo en muchas ocasiones y por esto el Papa de una manera especial nos anima para que podamos vivir en este año la nueva noticia del perdón y de la misericordia porque este año debe ser antes para la misericordia que para la justicia. Siguió explicando cómo la misericordia tiene un doble componente: no juzgues y no serás juzgado, no condenes y no serás condenado, perdona y serás perdonado y el segundo componente es: dad y se os dará, fijándonos en los más desfavorecidos de la sociedad: pobres, enfermos, desvalidos… Terminó su homilía diciendo: "…que todo lo que hagamos este año, esté coloreado por esa realidad de la misericordia que en la Escritura es muy abundante… Que el Señor nos dé su fuerza; lo hace al recibir esta cercanía suya en la Eucaristía, que celebramos; y pedimos ese don también a la Virgen, Madre de Misericordia."

La Eucaristía fue acompañada por la Coral Parroquial Virgen de las Angustias que interpretó diversas composiciones musicales que contribuyeron a la solemnidad y espiritualidad de esta Celebración con la que ha quedado inaugurado el Santo Año Jubilar de la Misericordia. Todos los asistentes cantaron al final el Himno Oficial a la Stma. Virgen de las Angustias con gran devoción y emoción, como broche final a la misma, con un grandísimo y prolongado aplauso a nuestra Patrona del Cielo.

Reseña y fotografías realizadas por Antonio Joaquín Mezcua Roelas.-